Tema del Mes > Noviembre de 2012

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La encrucijada de la vida.
Por María Guadalupe Abac Archundia


Una vez más me encuentro al final, y al principio, del camino,
como a todos nosotros nos ocurre muchas veces en la vida,
en un morir y un nacer que nos enfrenta a los momentos del destino.

Este final es el cierre de mi trabajo en Guadalajara,
desde octubre 1984 hasta octubre 2012, es decir, 28 años de ir cada mes.
Octubre ha representado en mi vida aperturas y cierres importantes.


¡¡¡ La palabra que aparece en mi corazón, alma y mente es: GRACIAS !!!

Gracias a las personas de Guadalajara que confiaron en mi trabajo, y me permitieron explorar su psique, con un margen muy amplio de experiencias y vivencias.

Muchos de los trabajos que realicé en Guadalajara no los he realizado en ninguna otra parte, por ello se los agradezco, ya que me permitió conocerlos en diversas perspectivas, y en casi todas las ocasiones —entre reflejos, espejadas e imágenes emergentes— me permitieron también conocerme más a mí misma.

Sobre todo es ahí donde pude realizar lo más preciado de mi mundo interior, que es mi parte artista; y entonces, junto con algunos del grupo pudimos “hacer alma”, con nuevos ingredientes, que fueron la música, el canto y la danza.


Caminante no hay camino, se hace camino al andar...
(Antonio Machado)

A pesar de que decir adiós es triste, tuvimos la oportunidad, con el grupo más cercano y más pequeño, de despedirnos, en donde estuvieron presentes las energías de varios dioses. Por consiguiente, el adiós tuvo tintes de gozo con otros tintes de nostalgia y tristeza.

Agradezco enormemente a todos y cada uno de mis alumnos y pacientes
el regalo de compartir su tiempo, su energía, su alma y su espíritu
en sus trabajos, y la CONFIANZA que me tuvieron.

Tuve la oportunidad de trabajar con tres generaciones;
esta experiencia de trabajar con los hijos de la segunda generación,
me permitió unir el inicio de mi carrera, que fue como psicóloga de niños,
con los medios y conocimientos actuales de mi trabajo, lo cual fue muy enriquecedor y gozoso.

En especial, quiero agradecer el apoyo que tuve
para hacer este cierre de casa, menaje y entrega del inmueble,
del arquitecto Juan Carlos Rodríguez y Patricia Lomelí, Claudia Villalobos, Patricia Alfaro.

Sincrónicamente, al arrancar la camioneta para salir
sonó de la Iglesia de la Virgen de Guadalupe el Ave María, de Franz Schubert,
que junto con los rostros y manos diciéndome adiós, eran una señal positiva y en tao para el cierre.


Repito, la única palabra que me emerge es: GRACIAS.

¡¡¡ Y que aprendí a amarlos, con sus sombras y sus luces !!!


Dra. María Guadalupe Abac Archundia
Noviembre de 2012

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