Tema del Mes > Octubre 2018

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Este mes tengo el gusto de compartirles un interesante análisis cinematográfico y reflexiones consecuentes, titulado: "Los instintos, su poder y conexión con nuestra esencia inocente".

Se trata del análisis de la película "La Brújula Dorada", que es la versión cinematográfica del primer libro de la trilogía «La Materia Oscura» ("His Dark Materials"), del escritor británico Philip Pullman.

Agradezco mucho a Carmen Real, nuestra siempre presente lectora, comentadora y colaboradora, doctora en filología en literatura hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid, por esta interesante colaboración y perspectiva acerca de nuestra conexión con los instintos.

Deseo complementar que, al ver la película, la institución ahí llamada "El Magisterio" me remitió también al filósofo francés Michel Foucault, quien hizo notar que escuelas, prisiones y hospitales psiquiátricos son medios que utiliza el "Poder" para "normalizar" a la sociedad, manipulando, eliminando y/o reprimiendo en los individuos todo aquello que evite sean gobernables, útiles y productivos al sistema... esto incluye, por supuesto, su relación con los instintos.

Por último, les recuerdo que Editorial Fata Morgana pone a su disposición dos bellos libros de poesía de la doctora Carmen Real, "El Oficio de Enoch" y "De la Alquimia"... ustedes pueden consultar información de ellos en nuestro sitio de Internet.

Dra. María Guadalupe Abac Archundia
Octubre de 2018Flag Counter


Los instintos:

su poder y conexión con nuestra esencia inocente

Reflexiones sobre algunos aspectos de una película alusiva al tema

Por Carmen Real


Generalidades

Al leer el tema sobre los instintos, nuestra conexión o desconexión con ellos, me vino a la mente el recuerdo de una insólita película, que trata, entre otros, el tema del poder de nuestra alma animal y por extensión el poder de los instintos, un poder simbolizado y condensado en el animal que nos acompaña mientras hacemos nuestra experiencia humana. Se trata de la versión cinematográfica del primer libro de la trilogía «La Materia Oscura», (His Dark Materials) del escritor británico Philip Pullman.

La película a la que hago referencia es «La Brújula Dorada», cuyo título original es «The Golden Compass», es la primera entrega cinematográfica de la mencionada trilogía. Esta película está basada en el primero de los tres que componen la trilogía, «Northern Ligths o The Golden Compass» en los Estados Unidos, cuyo título en España es «Luces del Norte».

¿Una dimensión paralela e imaginaria? Algunas extrapolaciones significativas

1. Humanos y sus respectivos daimonion

El relato tiene una notable complejidad argumental y temática, son muchas las subtramas, pero por ahora me voy a centrar en el asunto que abrió toda esta reflexión: la existencia de una supuesta dimensión paralela a la nuestra, cuya característica principal es la existencia del daimonion, una suerte de alma animal, separada de la forma humana pero que está intrínsecamente ligada a ella y la acompaña de por vida. La suerte del humano afecta al daimonion y la de éste al humano.

Lo que más me impresionó es ver a esos daimonion parlantes advertir, comentar, aleccionar a sus respectivos humanos. ¡Sorprendente! Fue como escuchar a los propios instintos hablándonos desde fuera de nosotros. ¿Acaso nuestros daimonion no nos hablan en los sueños? Diferentes rasgos o aspectos de nuestra alma animal, cuando las circunstancias así lo exigen, se presentan en nuestros sueños para señalarnos asuntos de vital importancia para nuestra supervivencia o bien para nuestro desarrollo de conciencia.

No en vano Barbara Hannah, por incitación del Dr. Carl G. Jung, centró el tema de sus seminarios en los animales que aparecen en nuestros sueños, dedicando memorables reflexiones al gato, el perro, el caballo, el león y la serpiente. ¡Pero hay más! Muchos más e incluso tenemos a disposición los animales del zodiaco, las constelaciones representando animales conocidos e imaginarios, como el Centauro. Lo sepamos o no, consciente o inconscientemente nuestra vida humana está ligada a esta alma instintiva. Quizá no vivamos todas sus manifestaciones pero sí las más significativas. ¿Y qué hay del daimon socrático? También Sócrates habló de un daimon que lo guiaba en sus asuntos más importantes, aunque éste estaba dentro en su propia conciencia.

Volviendo a la película, en ella vemos daimonion representados por diferentes animales, así el daimonion de Lyra Belacqua, la niña protagonista, es un roedor, una garduña o marta no domesticada cuyo nombre es Pantalaimon, o simplemente Pan; Lord Asriel, el supuesto tío pero verdadero padre de Lyra, es acompañado por Stelmaria, un magnífico leopardo de las nieves, hembra, el daimonion de Marisa Coulter, madre secreta de Lyra, y su antagonista principal, es un mono dorado sin nombre, que manifiesta su astucia, desconsideración y crueldad, el argonauta amigo y colaborador en la misión de Lyra, el texano Lee Scoresby tiene como daimonion a una liebre llamada Hester, o el ganso gris Kaisa, damionion de Serafina Pekkala, líder del clan de brujas del norte, en esta dimensión alegórica. Lo primero que llama la atención de estas figuras anímicas animales es el hecho de que en el caso de un humano femenino su daimonion es de género masculino, y viceversa, en el caso de un humano masculino, el daimonion es femenino o hembra. Esto inevitablemente nos lleva a asociarlo con las figuras arquetípicas de ánimus y ánima. Y de ahí no puedo dejar de saltar a la cuestión central que me llevó a consultar sobre el tema: ¿los arquetipos son representaciones formales de estas fuerzas instintivas?, ¿se nutren de ellas?, ¿las representan? Las respuestas o aclaraciones las dejo en manos de los especialistas. Lo cierto es que al principio de mi lectura de los textos de Jung me costó poder explicarme por separado estas dos energías, tan cercanas e intrincadas me parecían.

De regreso a los instintos, en nuestro devenir nos solemos confrontar con reacciones y hechos inexplicables para la razón, o para nuestro «yo», al que Jung llamó, si mal no recuerdo, el complejo del yo personal, esa isla en medio del océano del inconsciente. De pronto, ante un peligro inminente, simplemente saltamos a un lado, salvándonos la vida, o giramos a la izquierda o derecha evitando un mal mayor, o damos una respuesta de la cual somos los primeros en sorprendernos pues no sabíamos que ya sabíamos.


2. Un instrumento para navegar entre lo falso y lo verdadero

¿La Brújula dorada, una forma arquetípica de los instintos?

En la dimensión imaginaria de la novela y de la película, están desapareciendo niños de todo el país a manos de una organización a la que se conoce popularmente como Zampones o Devoradores (según la traducción), que secuestran a un amigo de Lyra. Al poco tiempo, Marisa Coulter, una dama de alta sociedad, llega al Jordan College para tomar a Lyra bajo su protección. Antes de marcharse, el rector del College regala a Lyra un artefacto denominado aletiómetro, al que se le puede preguntar cualquier cosa, si se sabe cómo hacerlo e interpretar las respuestas. ¡Aletheia es la palabra griega que designa a la verdad!

Dado que el aletiómetro es entregado a una niña elegida por el destino, podemos ver en él a aquella brújula dorada que únicamente funciona si está en manos de nuestra inocencia primordial, de ahí que sólo pueda ser leído por un nuestro niño divino interno, cuya intención es siempre hacia el bien mayor. Hasta el momento en que el rector del College se lo entrega a Lyra había estado confiscado por el Magisterio, sin poder ser interpretado ni utilizado rectamente.


3. En un principio era el Polvo...

Somos polvo de estrellas.

La vida en todas sus formas es polvo cósmico, de uno u otro modo, y también el mundo inerte. Pero ¿qué se intenta decir con ello? Además de ser una expresión poética que puede tener mil y un significados, la frase alude al nacimiento y evolución del universo.

La frase de que «Somos polvo de estrellas» está atribuida al astrónomo estadounidense Harlow Shapley quien en 1929 dijo: «Nosotros, los seres orgánicos que nos llamamos seres humanos estamos hechos de la misma materia que las estrellas», y popularizada por el famoso presentador del documental «Cosmos», Carl Sagan, la frase nos remonta al origen de la vida y al contexto que hizo posible que surgiera.

Tanto en la trilogía de Pullman como en la versión cinematográfica de la primera parte, titulada La brújula dorada, se da la presencia del misterioso Polvo. Lyra, la protagonista de la novela y de la pelicula, se entera de la existencia del Polvo a través de su tío, el aristócrata e investigador Lord Asriel cuando este visita el Jordan College de Oxford antes de partir de viaje al Norte.

Esta brújula, que permite reconocer la verdad, está íntimamente relacionada con el Polvo. En esta dimensión la presencia de este polvo cósmico es un temido misterio a descifrar. Para liberarse de él, los regentes de esta dimensión intentan separar los daimonion del humano al que acompañan porque sospechan que son la causa de su presencia vivida como amenazante por el régimen dictatorial de este mundo. La obstinación de separar el daimonion del humano que lo posee responde al supuesto empeño de devolver la inocencia a los humanos. Si se elimina el daimonion se elimina el Polvo, retornando el humano a su inocencia inicial, que en realidad sería a la ignorancia de su verdadero origen: el cosmos.

Dejando los hechos argumentales que hacen avanzar la acción de la novela y de la película, percibo que el autor estaría haciendo alusión al polvo cósmico, o alma ígnea que no sólo penetra toda materia sino que la compone. De hecho el cineasta ha optado por esta imagen ígnea para representar a este tan temido Polvo. La pregunta que cabe hacerse aquí es: ¿por qué el autor denominó a la trilogía La Materia Oscura? ¿Acaso estaba haciendo referencia a la luz negra, es decir, a radiaciones ultravioletas o infrarrojas del espectro que escapan al ojo normal, que ya se menciona en El Libro del Esplendor o El Zohar? No es de extrañar pues Pullman era conocido por su fobia al catolicismo ortodoxo y al Vaticano, representado en la novela por el rígido y absolutista Magisterio, que desea hacerse con el poder absoluto, y que considera cualquier conocimiento como una herejía. Las alusiones de Pullman lo relacionan con el cristianismo esotérico y la cábala, la alquimia antigua, y la física cuántica moderna, aunque todo ello sólo es insinuado en esta primera novela y en la película. Las otras partes de la trilogía darán cuenta de otros aspectos relativos al Polvo, comprobándose que existe en otras dimensiones y en todos los mundos.


Excurso:

La imagen del Polvo que se hace visible en el hielo, es decir en el norte, donde hace frío, no deja de aludir y señalar hacia la física de partículas y a uno de sus más enigmáticos componentes: los neutrinos. Gracias a ellos brillan y explotan las estrellas y entre ellas nuestro Sol. De ahí podría provenir el título que Pullman elige para la primera parte de la trilogía: Luces del Norte.

A modo de curiosidad cabe recordar que los neutrinos son los ‘fantasmas’ de todo el espectro de partículas elementales, uno de los posibles componentes de la materia oscura. El Sol es nuestra fuente de neutrinos más cercana, y cada segundo llegan enormes cantidades de ellos a la superficie de la Tierra, que nos atraviesan sin que nadie los detecte; unos mil millones de neutrinos por centímetro cuadrado cada segundo.

Sin más les invito a ver la película La brújula dorada, a modo de material de reflexión sobre nuestro universo interno, nuestro origen y nuestra esencia inocente.

Carmen Real


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