| Tema del Mes > Septiembre 2021 |
Nota:
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que con gusto haremos llegar a los autores respectivos.
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La
Belleza y la Fealdad de la realidad tangible son provocadoras, pues su
esencia es simbólica, es decir, nos remiten siempre a algo más que una
mera sensación placentera/displacentera.
Y cuando una imagen, un sonido, un olor, etc., ya sean de Belleza o Fealdad, nos transmiten un significado, que hasta entonces era desconocido e inconsciente para nosotros, nos incitan a la creación artística, medio por excelencia para asimilar, procesar y transmitir lo que la dimensión simbólica nos enseña a su manera. Este es el caso de la imagen presentada el mes anterior, dos árboles entrecruzados y la dimensión simbólica que esto conlleva, con lo que la Dra. Carmen Real nos dio un muy buen ejemplo de creación artística, a través de su arte en la palabra escrita. Y este mes les presentamos otro remarcable proceso creativo, producto también de lo simbólico en esa imagen, donde la Maestra María Guadalupe Martínez Gómez nos comparte lo que la dimensión simbólica provocó en su Ser. Los invito a mantenerse siempre atentos a la contemplación de la Belleza, o a la impresión de la Fealdad, pues ambas nos enseñan, de manera simbólica, lecciones que debemos aprender. Dra.
María Guadalupe Abac Archundia
Septiembre, 2021 |
La Belleza y lo simbólico de "Ronda de abrazos"
por Maestra María Guadalupe Martínez Gómez
Maestría en educación y procesos cognoscitivos, Ingeniera Química y Profesora.
| [...] La imagen es impactante. La naturaleza expresando una cercanía íntima que me hace pensar en lo mucho que me hace falta abrazar a mucha gente que quiero; con el miedo que se ha instalado en mí a partir de la presencia del virus, me resisto a ver a mucha gente y ya a estas alturas me siento estresada y alerta cuando me encuentro con alguien conocido, qué decir de cuando hay varias personas juntas, mis ojos miden las cercanías y por instantes me reconforta sentir distancia “adecuada”. Aunque debo decir que poco a poco voy venciendo mis propios límites con los cuidados necesarios. De alguna manera siento que el primer abrazo que quiero dar para seguir apaciguando mis miedos es a mí misma, quiero agarrar a esa Guadalupe temerosa y abrazarla mucho, con calma, mucho mucho rato. La imagen y la lectura del tema del mes, me llevó a buscar un poema que estaba perdido en algún lugar en mi mente, lo busqué en un libro y no estaba ahí, pero finalmente lo encontré en Internet, es de Rosario Castellanos, se titula “Destierro” y aquí se los comparto: Hablábamos
la lengua
de los dioses, pero era también nuestro silencio igual al de las piedras. Éramos el abrazo de amor en que se unían el cielo con la tierra. No, no estábamos solos. Sabíamos el linaje de cada uno y los nombres de todos. Ay, y nos encontrábamos como las muchas ramas de la ceiba se encuentran en el tronco. No era como ahora que parecemos aventadas nubes o dispersadas hojas. Estábamos entonces cerca, apretados, juntos. No era como ahora. Los dioses, los humanos y los dioses, los humanos “codeándose” con los dioses, un abrazo de amor, las ramas de una ceiba y después los humanos como nubes y hojas dispersas, la cercanía y luego la lejanía, todas esas imágenes presentes en el tema del mes de agosto también, eso me hizo recordar el poema. Lo que nos comparte la Dra. Carmen Real al mostrarnos la presencia de los árboles en nuestro planeta y su valiosa función para que la vida en la tierra exista (sus conexiones entre sí, sus acciones de vida, sus transformaciones) comienza con la frase “la secreta vida de los árboles sostiene nuestro planeta”, me gustó mucho que comenzara así y todo lo que incluye el texto, me invitó a realizar la contemplación de los árboles, a detenerme y pensar en todo lo que realizan simplemente “siendo”, ahí están transformando el dióxido de carbono en oxígeno y corteza, en ramas y hojas, y creando todo un ecosistema alrededor, pájaros en sus ramas, ardillas, microorganismos en sus raíces, minerales fluyendo en sus adentros. Mientras, los humanos destruimos todos los recursos naturales que nuestras manos alcanzan en aras de la “producción” de satisfactores con precio. Y los árboles insisten en ser lo que son, siguen mostrándonos el camino, ahí está la foto, más claro que eso no se puede: un abrazo íntimo y amoroso, cercanía, coexistir en armonía con su entorno. Ojalá podamos seguir “el camino de transformación” que la Dra. Carmen Real lee en la imagen de los árboles, ojalá logremos la sensibilidad que implica. [...] ¡Muchas gracias por invitarnos a detenernos y a reflexionar! Maestra María Guadalupe Martínez
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