Nuestra reciente publicación, “El ánima en el destino del hombre”, de la analista junguiana Cornelia Brunner, nos abre a la reflexión sobre las relaciones conscientes e inconscientes del hombre con lo femenino arquetípico dentro de su psique, su ánima.

El asunto es muy importante, y en la consulta analítica es frecuente encontrar que los pacientes hombres tienen problemas en sus relaciones de pareja debido a que proyectan sobre una mujer real sus sueños y fantasías; y la consecuente imposibilidad de que ella cumpla con sus proyecciones genera desilusión e insatisfacción en la pareja.

Al respecto, Cornelia Brunner describe en su libro dos casos de proyección de los aspectos del ánima, uno en la literatura y otro en un caso clínico. En ambos casos, como en los de cualquier otro hombre, tales proyecciones pueden ser positivas y/o negativas, sobrehumanas, infrahumanas, figuras idealizadas, amigables o temibles, conocidas o desconocidas, parentales, etc.

Siendo el ánima el principio de relación del hombre, el eros con el que se vincula al mundo, en especial con las mujeres, es importante mencionar que puede irse desarrollando poco a poco. C.G. Jung señala que hay cuatro grados posibles y sucesivos: Eva (lo biológico fecundable), Helena de Troya (lo sexual, estético y romántico), María (lo espiritual) y, finalmente, Sofía (la sabiduría, lo eterno femenino).

Por supuesto existe el equivalente para la mujer: la proyección de su ánimus. Tal problemática ya le he desarrollado previamente en los Tema del Mes de junio a agosto de 2016 (https://www.fatamorgana.com.mx/FMTemaDelMes-06-16.html).

¡ Me gustará mucho recibir sus comentarios personales sobre qué tipo de proyecciones del ánima han tenido que enfrentar !