Simbolismo
de los animales
Las
imágenes de animales en los sueños son formas
vivientes
que despiertan nuestra alma. El lenguaje del animal es lo
básico
porque es lo instintivo. Observaremos su
morfología, el
aspecto homeopático, el folklórico, su forma y su
color.
No entraremos en el aspecto conductista del animal sino en su
mitologema.
Por ejemplo: El delfín, portador de Eros en Grecia, tiene un
lenguaje a través de sonidos donde puede reconocerse gran
musicalidad, aspecto que rescata al ser humano en peligro.
Más que averiguar si existe una relación con el
animal en
sí, buscaremos cuál es la necesidad de nuestra
psique
para hacer que emerja el animal y veremos cómo el animal se
relaciona con las figuras del sueño.
Conservaremos la especificidad del animal, no se trata de emitir
conceptos, por ejemplo:
• Toro = a sexualidad
• El vuelo hacia
arriba = a racionalización.
Tenemos que abordar al animal tal como es. La falacia racionalista
considera a las situaciones raras como erróneas o malas,
pero
debemos considerar que lo antinatural mueve a la
imaginación;
estos son los sueños que más nos impactan y los
que nos
hacen reflexionar, así que evitaremos reducirlos a una
expectativa naturalista. Para evitar perdernos en el aspecto no claro
de los animales, podemos acercarnos a estas imágenes a
través de analogías, por ejemplo:
• Camello = a sequedad.
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